Tarot Mondo Lirondo

¿Por qué Tarot Mondo Lirondo se llama así?

Una patata está mondada, es monda, cuando le quitamos la cáscara. En el habla coloquial española, cuando decimos que algo es "mondo y lirondo" es que

se presenta desnudo, para bien o para mal, a la vista de todos sin importar la impresión que cause. Solemos emplear esta expresión para las acciones extravagantes o desmesuradas que se hacen sin el menor re

cato. La expresión misma es una travesura ya que "lirondo" es una palabra inventada, no quiere decir nada, simplemente rima y es graciosa.

Si tuviéramos que elegir a uno de nuestros amigos del Tarot para representar esta actitud... ¿no está claro quién sería?

El Loco se ha salido con la suya y es su visión la que manda. Es un tono burlón y tierno; como el de un niño. Cualquier persona, aunque no esté familiarizada con el Tarot, puede sonreír con los arquetipos porque no aparecen serios y afectados y sin embargo ahí están, con total nitidez, sin nada superfluo. Sin cáscara.

La mirada de El Loco es una mirada ligera y limpia. No hay discurso: el entendimiento es tan fácil como jugar, sólo hace falta caminar junto al trotamundos del Tarot para aprender.

Los colores en Tarot Mondo Lirondo.

Cuando los primeros artistas pintaban manualmente las láminas del Tarot o reproducían los modelos en grabado, el color era caro y difícil de conseguir. Hoy, el color es, por desgracia y por fortuna, muy barato. Los nuevos artesanos tenemos a nuestra disposición una gran gama de matices de precisa aplicación.

Somos afortunados porque las modernas técnicas de impresión abren un campo de posibilidades infinito.Al tiempo, la policromía es desgraciadamente barata porque no sólo ha bajado su precio sino también su valor. Vivimos en un mundo hipercromado que pretende atraer nuestra atención incesantemente. Nos hemos desensibilizado a su influjo y cada matiz ha perdido la narración y la mística de antaño. Un vehículo tan precioso para la metáfora no podía quedarse como decoración. Menos en el Tarot.

En esta baraja se recupera el color como lo que fue: un portador de significado con pleno derecho, tanto como los mismos símbolos. Es una vía rápida e intuitiva a la interpretación. Siguiendo el camino de El Loco, mientras jugamos a colorear el sentido de los arquetipos, podemos sentirlos con más intensidad.

Son 22 arcanos mayores y 22 colores asignados a cada uno de ellos. Un color y n

o más por cada arcano. Simplificando de esta manera, su mensaje llega al lector aturdido por la sobreabundancia, vuelve a estar cargado de intención. Este sistema simbólico requiere que cada matiz se distinga con claridad de los demás y que la asignación de cada tono de color esté bien justificada por el arcano correspondiente. Un laberinto de sinestesia en dónde es fácil perderse. En esta baraja, tras mucho andar, se propone un camino.

El Loco: Magenta.

Es un color gritón, extravagante y frívolo, como puede parecer el arcano de El Loco. Pero el color magenta también se relaciona con el séptimo chakra, la última vibración

, el loto de mil pétalos situado en la corona de la cabeza. Es la conexión directa con el infinito potencial del Universo. El Arcano de El Loco, que no sabe nada, al tiempo lo sabe todo, todo lo que puede llegar a ser. Bendecido para ser potencia en estado puro.

El Mago: Amarillo Limón.

El color de la luz, lo radiante. En la tradición alquímica representaba el aire

, lo mental. En la tradición clásica grecolatina, la inteligencia. El Mago es mente activa y luminosa. La primera idea, el poder de crear. Pero cuidado porque el amarillo también connot

a falta de madurez e insustancialidad. El Mago posee la potencia de la mente creadora pero es el primer paso en la senda del Tarot. Es un discípulo aventajado pero está todavía lejos de ser un maestro. En ocasiones, las ideas de El Mago pueden quedarse en la charlatanería de un prestidigitador.

La Sacerdotisa: Azul profundo.

Si el anterior color era centrífugo y masculino, éste es centrípeto y femenino. La Sacerdotisa no muestra, no irradia. Recibe del exterior en una estática contemplación. Más que crear sentido, comprende lo más profundo de lo ya existente, lo refleja dentro de sí, al igual que hace la luna

con la luz del sol. El Azul profundo representa esta silenciosa absorción y la nocturnidad en que opera. Quién sabe qué valiosos secretos guarda.

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